Ecumenismo


                         ▪︎Centrándondonos especialmente en 
                         el ecumenismo católico-protestante, 
                         veamos algunos propósitos que pretenden alcanzar.
 
                                         PROPÓSITOS A LLEGAR:
   
            Llegar a la unidad deseada por el Señor Jesús.  
 Para que el mundo incrédulo crea en Jesucristo.
Es más lo que nos une que lo que nos separa.
El ecumenismo protestante
 quiere ayudar a dar testimonio (?).
El amor primero ya que la doctrina divide.
Queremos construir puentes no murallas.
Frenar el “robo de ovejas” entre cristianos.
     Los carismáticos son  una
 muletilla para el ecumenismo.
Para que los separados vuelvan a casa “Roma”.
       La globalización religiosa nos llega
 a través del ecumenismo.
El verdadero ecumenismo.
Conclusión.

Razonamientos que parecen lógicos por lo que algunos pueden adoptarlos sin analizarlos.

   El movimiento ecuménico nació el 14 de Junio de 1910 cuando parte de las denominaciones protestantes-evangélicas del orbe convocaron una Conferencia Misionera Mundial en Edimburgo con el deseo y objetivo de reunir a las diversas iglesias afines con el propósito de buscar una mejor armonía y cooperación entre si para llevar el evangelio a las zonas del mundo que aún no había llegado, uniendo recursos para trabajar coordinadamente por medio de esfuerzos evangelísticos y el envío de misioneros, proyectos educativos, la fundación de escuelas evangélicas, de universidades, de institutos bíblicos, de editoriales, comités, etc. y así seguir cumpliendo con el mandato del Señor Jesucristo referenciado en Mt. 28:18-20, así se hizo en la gracia del Señor.

    A consecuencias del desarrollo de la primera Conferencia Misionera, al finalizar la segunda guerra mundial en el año 1948, en Ámsterdam se formo el Consejo Mundial de Iglesias que posteriormente estableció su  sede en Ginebra, compuesto mayoritariamente por cristianos protestantes de corte liberal, por ortodoxos y adventistas, cuyos objetivos principales aparte de incrementar el conocimiento mutuo y promocionar la unidad de todas las confesiones cristianas  fue el trabajar en las “cosas de bien para todos” como es” ir en contra del hambre en el mundo”, “poner el fin a las guerras”, y “internacionalizar los derechos sociales”, así se instituyo lo que sea dado en llamar el “evangelio social” el cual desplazó el espíritu originario de ganar almas para Cristo con la predicación del  evangelio.

El catolicismo romano entra en acción.
    El Vaticano que por mucho tiempo ignoró el movimiento ecuménico de no ser así se habría contradicho en su prerrogativa de ser la “única iglesia verdadera y que el Papa el único representante de Cristo sobre la tierra” pero al observar que muchos cristianos se constituían en un Ente que podía ser una potencia político-eclesiástica con una gran influencia sobre el pensamiento cristiano parecido al de Roma, quiso tomar protagonismo ya que vio en el movimiento ecuménico el canal para que volviesen a Roma (?) la mitad del cristianismo que consideran “que se les fue” a lo largo de la historia, por lo que han dado al movimiento ecuménico un nuevo matiz el de “un ecumenismo hacia Roma”, por lo que para conseguir este propósito empezó suavizando ligeramente algunos términos; como el de “herejes” por  “hermanos separados” etc., pero manteniendo  sus arrogantes  pretensiones de siempre, así pues el Papa Pablo VI decreto sobre el ecumenismo lo siguiente: “la iglesia romana debía cambiar su actitud frente a las demás denominaciones cristianas y religiones, que la ayuda universal para la salvación, sólo podía alcanzarse en toda su plenitud a través de la iglesia católica, aclarando y reconociendo al mismo tiempo, que había, los así denominados, hermanos apartados, fuera del rebaño de Roma”, y el Decreto Unitatis Redintegratio, del 21 de noviembre de 1964 que dice: “Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación”, por lo que en el año 1989 el Vaticano nombró un Secretariado especial que llamo “Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad,” el cual formo un grupo de trabajo conjunto con el Consejo, que debía mantener relaciones entre ambas organizaciones, siendo observadores permanentes del Consejo Mundial de iglesias en las reuniones plenarias, pero sin derecho a voto. Es curioso que en dicho ecumenismo de parte católica-romana no tiene en cuenta a las iglesias que dicen ser católicas y apostólicas  pero que permanecen separadas de la sede romana, como son: la antigua iglesia católica, la iglesia católica apostólica brasileña, la iglesia católica de la fraternidad de Pío X, la iglesia católica de sedevacantista, la iglesia católica apostólica liberal, la iglesia católica palmariana, la iglesia católica libre, la iglesia católica filipina independiente, la iglesia católica tridentina, Petite Eglise, y etc..(aunque alguna de ellas ya forman parte del Consejo Mundial de Iglesias).

   Y finalmente lo que originalmente empezó en el año 1893 con los conflictos ocasionados entre el racionalismo y el mundo religioso y sobre la teoría de que “Dios es el mismo en todas las religiones y que se puede llegar a El por los diversos (Un grupo de casi todas las religiones reunidos en Asís)   caminos”   tomó  forma  corporativa  en  el  año  1993,  como  el Parlamento Mundial de las Religiones, el  cual  pretende  unir  a todas  las religiones del mundo sobre las bases: de un Dios (o infinitos del budismo y hinduismo)  y promulgando la tolerancia, y la paz tanto religiosa como política y la convivencia respetuosa entre todos y trabajando para el bien social de la humanidad, dicho organismo tienen una excelente colaboración con el Consejo Mundial de Iglesias a través de su sección del diálogo inter-religioso. (El Parlamento de las Religiones tuvo una Conferencia anual en Barcelona en el mes de Julio del año 2004).

Llegar a la unidad deseada por el Señor Jesús
    La denominación ecuménico (palabra que proviene del latín oecumenicum, traducción a su vez del griego οκουμένoν, que significa mundo habitado, que en la interpretación bíblica podemos entender como: “la unidad de los creyentes por iniciativa del Espíritu Santo que funda primordialmente su doctrina sobre el famoso versículo de la oración sacerdotal del Señor Jesucristo de Juan 17:21 “PARA QUE TODOS SEAN UNO; COMO TÚ, OH PADRE, EN MI, Y YO EN TI, QUE TAMBIEN ELLOS SEAN UNO EN NOSOTROS; PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TÚ ME ENVIASTE” cuando el Señor Jesús pronunció las palabras “que todos sean una cosa…” (Jn. 17:21) tendríamos que preguntarnos ¿a que clase de unidad se esta refiriendo? Los versículos anteriores 9 y 11 nos dice “por los que me diste; porque tuyos son”  ¿Quiénes son estos y que característica tienen? y en Jn. 17:6-8, tenemos respuestas al decir: “y guardaron tu palabra” ( v. 6) es decir los que se han arrepentido de sus pecados y han recibido a Jesucristo creyendo en El teniendo un conocimiento verdadero de Jesucristo, y se esmeran en cumplir sus mandamientos “El que me ama mi palabra guardará” (Jn. 14:23) a estos se está refiriendo el Señor a personas que han sido separadas del mundo, es solo por ellas y en este contexto es que el Señor Jesús intercede, no por todos en este momento, o sea, que vemos una separación notoria con las personas que pudieran llamarse cristianas pero que pertenecen al mundo al no amar y cumplir los requisitos anteriormente expresados por el mismo Señor Jesucristo.

Para que el mundo incrédulo crea en Jesucristo
   Ahora bien los ecumenistas como uno de los objetivos a conseguir nos siguen citando aquellas palabras de Jesucristo:PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TÚ ME ENVIASTE” (Juan 17:21) ¡Pobre mundo si dependiera su fe del testimonio ecumenista para creer! Preguntamos: ¿Qué pueden ver los incrédulos en el ecumenismo religionista? 

   El cristianismo “el nominal” ha convertido su fe como un religionismo más de los existentes o quizá peor, lamentablemente hay muchos religiosos fueran del cristianismo que son más consecuentes con su religión que muchos de los llamados “cristianos” se ha llegado a un punto que muchos que se dicen y desean ser llamados cristianos reconocen que no son practicantes y son aceptados sin problemas en los registros eclesiales,  por consiguiente  no  son  consecuentes  con  lo  que dicen creer, mienten y de ello se dan cuenta tanto el mundo incrédulo y sectario-religionista, como los verdaderos cristianos siendo dicha actitud inconcebible para todos y es causa de escándalo, por lo que es cosa normal oír regularmente: “al fin al cabo todos son iguales”

   El ecumenismo en su intento de reunir a todos los que llevan el nombre de “cristianos” acepta a todos sean o no practicantes, solo requiere que estén inscritos en el registro de su religión y bajo el manto del amor sin importarles para nada la aceptación de las bases mas sencillas de la fe cristiana que hallamos en las Sagradas Escrituras y que son necesarias para tener un buen fundamento para tener una verdadera unidad en la verdad, ignoran la necesidad imprescindible de ser discípulos del Maestro Divino que como a tal expone unas enseñanzas que deben ser aceptadas por los que son sus alumnos y una vez siendo discípulos se complementan con el amor de unos hacia los otros, así dice Jesucristo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Jn. 13:35). Para que el mundo crea primeramente es necesario seguir predicando el evangelio a todo ser humano ya que el tal es potencia de Dios para salvación para todo aquel que crea… en Jesucristo. (Rom. 1:16) el mundo incrédulo esta harto de políticas y del poder religionista, de sumar cifras, y de palabras huecas sin sentido, sin embargo quieren ver a cristianos de buen testimonio que vivan la fe con sinceridad con autenticidad y con coherencia real con lo que dicen creer y ser y naturalmente que tengan amor sin fingimiento en todas las facetas del comportamiento, Preguntamos: ¿Vemos estas facetas en los que están formando esta unión ecuménica  para que sean un medio de creer para  los incrédulos?

Recordemos en tres puntos lo que es necesario para ser un cristiano:

Creer o convertirse a Cristo y ser CRISTIANO significa tener un nuevo nacimiento, el del Espíritu (Jn. 3:3), ello implica: 1º. Arrepentimiento de los pecados. Sentir pena o pesar por haber hecho una cosa que no se considera conforme a la voluntad de Dios y que hay el firme propósito de no volverla a repetir cambiando la forma de pensar y actuar o sea es, un cambio de mente que reconoce las faltas cometidas con la firme convicción de no volver a caer en ellas (Mr. 1:14-15; 2ªP. 3:9).
2º. Recibir a la persona de Jesucristo. (Jn. 1:12-13) Como Salvador y Señor personal confiando en su sacrificio en la cruz del Calvario y que su preciosa sangre nos limpia de todo pecado (1ªJn. 1:7). Esto es posible por la gracia de Dios mediante la fe (Ef. 2:8-9).. 
 3º. Ser obediente a las enseñanzas del divino Maestro, que  están registradas en la Santa Biblia y esmerándose en ponerlas en práctica como el mismo dijo: “El que me ama mi palabra guardará…” cumplirá.(Juan 14:23) ¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que yo digo? (Lucas 6:46)  “No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos. (Mt. 7:21).”Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Jn. 15:14). Preguntamos. ¿Es lógico que los que no se arrepienten de nada, que no amen a Jesucristo y no respeten sus enseñanzas, en definitiva que no las tengan en cuenta? y ¿ se les pueda
considerar   como cristianos? ¿Verdad que no? -No son cristianos-.
Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
   Sin duda alguna en el mundo que se dice cristiano son mayoría las enseñanzas que compartimos que las discrepancias, (la práctica es otra cuestión) si conviniera podríamos repetir el credo Apostólico y también el Niceno, salvo la expresión “bautismo para perdón de los pecados” de este último, es de notar que la doctrina sobre la persona de Jesucristo es casi la misma, sin embargo son incontables las diferencias  doctrinales que dependen de una “y” que consiste en que: sobre una parte bíblica y se le van añadiendo en el trascurso de los siglos gran cantidad de doctrinas fruto de costumbres populares llamadas tradiciones que en la mayoría de las casos son contradictorias y antagónicas con el mensaje bíblico, especialmente por parte del catolicismo romano y en menos intensidad por la ortodoxia ya que estos solo admiten los cambios si estos han sido realizados por los siete primeros Concilios ecuménicos. 

   No podemos ignorar que posiblemente donde hay más diferencias en el cristianismo sea en la doctrina sobre el concepto de la definición de la Iglesia, los criterios varían totalmente, el catolicismo-romano y en la ortodoxia tienen pocos matices de diferencia entre ambos en este tema, debido  a su aceptación de la jerarquía eclesiástica. En el catolicismo romano todos los bautizados por el ritual misterioso del paidobautismo, e inscribiéndose en el registro católico u ortodoxo respectivo ya son introducidos en el cristianismo y son salvos, y después cumpliendo con el mantenimiento de los respectivos sacramentos ya son cristianos, con la confianza puesta en sus sacerdotes, ya que únicamente ellos pueden suministrar los sacramentos y que “doctores tiene la iglesia” depositando su fe en el  “Magisterio eclesiástico infalible, el católico” (En la ortodoxia no creen que son infalibles).

   En cambio para el mundo protestante-evangélico basándose únicamente en las Sagradas Escrituras, componen la iglesia de Dios todos los creyentes nacidos de nuevo o sea del Espíritu, por la conversión personal regenerados en virtud del sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo en la cruz, no sirve para ser cristiano el seguir una tradición protestante-evangélica, tampoco no sirve el bautismo para la salvación ya que este no puede perdonar los pecados, por lo que “no son iglesia visible todos los que están” sino creen y viven amando realmente a Jesucristo, una muestra de los que decimos es que los hijos de creyentes evangélicos tienen que esperar a tener uso de razón para creer y después ser bautizados e ingresaran en la iglesia local. O sea que la doctrina de una iglesia jerarquizada, infalible e intercesora como pretende la iglesia católica romana u ortodoxa, con una iglesia protestante-evangélica plural y autónoma dependiendo de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras infalibles y del Espíritu Santo, y si a lo dicho añadimos las doctrinas sobre las figuras de María y el Papa, etc. divergen entre si de manera rotunda.

El ecumenismo protestante quiere ayudar (?)
   En  el mundo protestante, las iglesias históricas nacidas y herederas directamente de la Reforma Religiosa del siglo XVI y algunas pocas de la vertiente evangélica son de corrientes liberales que en su forma de creer y hacer se adaptan a un ecumenismo vacío y difuso, unos porque confunden moral y fe, y otros porque no creen en casi nada sobre lo referido a lo sobrenatural, o sea, les da igual seguir sin ser consecuentes con la Biblia y así le es fácil “el creer sin creer” junto a la iglesia de Roma y las ortodoxas, en dichas circunstancias no es una unidad  sino una mezcla de sin razones.

 Se da la circunstancia que entre los llamados “evangélicos” creer ingenuamente que el ecumenismo sirve para dar a conocer y dar testimonio de la fe bíblica-evangélica a los católicos y ortodoxos, es un lamentable error, ya que al reunirse para orar, leer y comentar la Biblia juntos, siempre se buscan temas coincidentes por no molestar a los demás que pudieran estar en desacuerdo, o sea, no hay la libertad de comentar pasajes que pudieran ser controvertidos, o sea que se les predicara devocionales que ya saben y puedan decir todos amén, ya que se usa sin discernimiento la “ley de amor” y cada uno sigue con lo suyo.

   Otra anomalía es que los ecumenistas no tienen el deseo de compartir y predicar el evangelio a todos y esto comprende también a los que proceden de una misma tradición católico, protestante o ortodoxa, sean digamos estos “practicantes o no”, incluso que sean de cualquier trasfondo religionista, los ecumenistas no tienen la necesidad de predicar y enseñar que las personas son pecadoras y necesitan nacer de nuevo o sea del Espíritu. (Jn. 3:3-8) sabiendo, que el que no nace de arriba es condenado. No claudiquemos en la predicación del evangelio ya que solo en Cristo hay salvación y vida eterna y para tenerla es necesario creer en Cristo para tener el perdón de los pecados y vivir en una relación personal y directa con Dios.

“El amor primero, ya que la doctrina divide”
   El ecumenismo religionista-protestante, sabiendo que tiene que callar por no ofender las conciencias tiene que renunciar a lo esencial de muchas de las doctrinas bíblicas ya que en caso contrario sería imposible tal acercamiento y unión, nos dicen desde el mundo liberal: “los protestantes-evangélicos se rigen mas por sus opiniones doctrinales que por su amor fraterno” lamentable expresión que reduce las enseñanzas y doctrinas bíblicas a meras “opiniones” entienden y por consiguiente ponen en primer lugar el amor menospreciando la voz y voluntad de Dios revelada y registrada en la Santa Biblia. “Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo. Si alguno vine a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡bienvenido! porque  el que le dice bienvenido, comunica con sus malas obras” (2ªJn. 1:9-11). Palabras que el Espíritu Santo revelo a su siervo Juan para edificación de la iglesia en todas las edades ¿Verdad que estos textos parecen que no estén en la Biblia ya que suelen ser mencionados muy esporádicamente?, y en caso contrario a los hermanos que los mencionan se les tilda de fanáticos, pero están ahí para nuestra enseñanza, guste o no guste. Preguntamos: ¿Se persevera en la doctrina de Cristo en las reuniones ecumenistas?
   No es posible practicar un amor sincero sin tener en cuenta la doctrina, el apóstol Juan sigue diciéndonos: “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Porque este es el amor de Dios, que guardamos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos” (1ªJn. 5:2-3)
 
     Se argumenta a favor del ecumenismo: “Es necesario volver a examinar, y dejar la mente abierta en cuanto a los fundamentos de la fe, hay que dejar el pasado en su sitio ya que errores todos los tuvimos y estamos en el siglo XXI, hay que mirar adelante donde amor es lo importante” una clara alusión de menosprecio a los héroes mártires de la fiel sucesión apostólica que nos precedieron. Preguntamos: ¿Cómo hubieran reaccionado los Reformadores y nuestros hermanos más cercanos ya con el Señor si les hubieran dicho: que el amor era la panacea para la unidad de la iglesia por lo cual tenían que renunciar a la sana doctrina? ¿Qué hubiera sido de la Reforma Religiosa del siglo XVI, y los diversos movimientos de fe posteriores con tales afirmaciones? ¿Qué hubiera sido de nuestra preciosa fe dada una vez a los santos? (Judas 3). Preguntamos: ¿Hubiera llegado hasta nosotros?

“Queremos construir puentes no murallas”
   Los ecumenistas suelen decir: “Queremos construir puentes no murallas” Preguntamos: ¿que clases de puentes se han de construir? Los cristianos naturalmente debemos construir puentes para llevar a las personas que están separadas de Dios, que viven al otro lado en perdición para traerlas al camino de la verdad y la salvación, y que atravesando el puente salvador pueden llegar al otro lado con Jesucristo, dice el Señor:  “Yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mi” (Juan 14:6) Los puentes que quiere construir el ecumenismo aunque tengan buenas intenciones nos conducen a la confusión, liberalismo y apostasía. “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos, mis caminos dice el Señor” (Isaías 55:8).

    Las Sagradas Escrituras  menciona al menos en treinta ocasiones sobre el construir murallas ¿para que? Para separar la verdad del error, para que amigos y enemigos se diferenciaran (Is. 26:1-2; 62:6) los muros no solo servían para protegerse de las invasiones de los enemigos, sino también de las falsas filosofías con sus influencias y con todo lo que representaba en maneras de vivir, procedentes del paganismo que no creían en el Dios de Israel, y en el Nuevo Testamento el apóstol Pablo escribe: “Mas el hombre natural no recibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente” (1ªCo. 2:14). La separación de un cristiano renacido y uno nominal no puede ser definida por un puente con una base de amor superficial y humanista que no discierne y que  supuestamente lo cubre todo, sino por el amor de Dios íntimamente unido a la verdad.

El ecumenismo quiere pone freno al “robo de ovejas”
   Las iglesias simpatizantes con el movimiento ecuménico entienden como hemos dicho, que todo el que lleva el nombre de cristiano lo es, y que ya son salvos, aunque no les importe para nada Jesucristo ni su Palabra y sus cosas y que no asistan a los servicios bíblicos, tenemos noticias que es fuente de tensión en America Latina por las jerarquías católica romana y también en los países de este de Europa con la iglesia ortodoxa, que debido al trabajo evangelizador de los cristianos evangélicos que da como resultado miles de conversiones al evangelio, lo cual consideran “un robo de ovejas” por lo que se esta gestionando un acuerdo unitario entre el Consejo Mundial de Iglesias, con el catolicismo romano y los ortodoxos para evitar la evangelización en estos lugares de un mayoritario cristianismo nominal, quieren que se les tenga como cristianos y dejemos de hablarles del evangelio de Jesucristo y “nos curemos de la obsesión de convertir a los demás” pensamos que si lo dejamos de hacer el Señor Jesús podría decirnos: “Os digo que si estos callarán, las piedras clamarían” (Lu. 19:40).

   Las iglesias evangélicas creemos apoyándonos en la Palabra de Dios que: “Ninguna institución cristiana es propietaria ni mediadora de la obra salvadora realizada por Cristo. El cristianismo surge de una relación vital con el Cristo bíblico que trasciende a las instituciones eclesiásticas humanas. La Obra de Cristo no está contenida ni puede ser monopolizada por ninguna entidad, sino que reside en la misma persona de Cristo”, así pues la grandeza que defiende y sustenta la fe evangélica no es una determinada confesión cristiana respecto a otras, sino de la persona y obra de Jesús rebelada en la Biblia que esta por encima de cualquier institución religiosa.
                                                                                                     
   Así pues, el mundo evangélico entendemos que  todas las personas que han recibido una tradición cristiana, sea por ser nacidos en países de mas o menos cultura llamada “cristiana” o perteneciendo a una determinada institución religiosa sea la que sea, o en una familia cristiana, no nos sirve para nada para ser cristianos auténticos, díganse: católicos-romanos, ortodoxos o protestantes-evangélicos, y el movimiento ecuménico intenta servir  para que no se predique el evangelio a los que se dicen cristianos y que realmente no lo son.

      Como todos los seres humanos, incluidos los hijos de cristianos evangélicos también necesitan que se les predique el evangelio para poder creer conocer y amar a Jesucristo pudiendo tener una experiencia interior como consecuencia de una elección libre y consecuente y continuar con una  relación personal y directa con Jesucristo para ser realmente cristianos. Por dicho motivo los creyentes evangélicos debemos seguir predicando el evangelio de salvación a todos, indistintamente sin distinción de ninguna persona, en  obediencia al mandato de Jesucristo que nos invita a: ”por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones…”(Mt. 28:19). “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro. 3:23 ) ”El que no naciere (del espíritu) otra vez, no puede ver el reino de Dios” (Jn. 3:3).

Los carismáticos son una muletilla para el ecumenismo
   El movimiento carismático comparte sus particulares criterios sobre los dones del Espíritu Santo con el pentecostalismo, sin embargo no constituyen otro bloque eclesial diferenciado, sino que es una corriente espiritual que intenta introducirse en el nominalismo cristiano mundial, para “renovación de la fe” por lo que podemos encontrarlos tanto en el catolicismo como en el protestantismo, sin moverse de sus iglesias de origen comparten unidad sobre lo tocante a sus “peculiaridades especiales” sobre  la las demás doctrinas suelen serles secundarias y de poca importancia o sea que cada grupo es fiel en mas o en menos a su denominación eclesial respectiva, la divisa es bien conocida “Los dogmas separan, el amor une”. Los ecuménicos católicos romanos dicen que “los dones del Espíritu” les ayudan a ser mas fieles a María y el Papa y los protestantes carismáticos alegan que son ayudados a no sujetarse tanto a la letra que mata sino al Espíritu, por  lo que es usual que se reúnan en sus jeringonzas sin ningún problema por lo que constituyen realmente una especial ayuda al movimiento ecuménico. 
 .
Para que los separados vuelvan a casa… “Roma
   En el mundo nominalmente llamado “cristiano” aproximadamente la mitad son católicos romanos y la otra mitad protestantes-evangélicos y ortodoxos. El Catolicismo romano no oculta sino todo lo contrario y nos repite cada dos por tres con arrogancia que “la iglesia romana es la única verdadera, fuera de la cual no hay salvación” ya en el año 1919 una delegación de obispos episcopalianos se acercaron a diversas iglesias europeas, y al llegar a Roma, les recibió Benedicto XV, quien les dijo que la única unidad posible se encuentra en su vuelta a la iglesia católica, “ya que los protestantes se separaron de Roma y a Roma deben volver”. El actual Papa Benedicto XVI siendo aún el cardenal Ratzinger dirigiendo la Congregación para la Doctrina de la  Fe, (antigua inquisición), reafirmo “que las iglesias evangélicas no son consideradas iglesias, sino “comunidades eclesiales o domésticas” o sea aficionados que “les falta algo para ser completos, ya que la institución romana tiene la plenitud de todos los dones, puesto que la iglesia de Jesucristo subsiste únicamente en la iglesia católica” por lo que recordamos a todos que la verdadera intención del ecumenismo católico romano es ésta, no se dan cuenta que el pueblo evangélico en su  inmensa mayoría no necesita del entramado jerárquico del catolicismo romano para sobrevivir, no nos sentimos desamparados por el Señor y Jefe de la Iglesia ni de su Vicario el Santo Espíritu, sino todo lo contrario, experimentamos con humildad ser escogidos y redimidos por la sangre preciosa de Jesucristo y formando un pueblo especial, parte de la Iglesia de Jesucristo, y siendo el remanente que ha sabido guardar la línea de sucesión de la fidelidad bíblica y apostólica a través de la historia de sus persecuciones.

La globalización religiosa nos llega a través del ecumenismo.
   Actualmente las sociedades del mundo nos llevan a la globalización en todas sus facetas, cada día son mas los sistemas que derriban sus fronteras y se unen dependiendo los unos de los otros, así lo observamos en la unificación de monedas, en su política única, formando la economía global, las nuevas tecnologías llegan a todos los países, las comunicaciones internacionales son mas fluidas lo que pasa en un lugar del mundo lo sabemos inmediatamente por medio de Internet o por los satélites, las nuevas modas se extienden y se implantan internacionalmente como si fueran una obligación en cada país, las industrias multinacionales están en todos lo lugares del mundo que les pueda interesar, etc., o sea vamos a lo que se ha dado en llamar la “aldea global”.  

   De la misma manera desgraciadamente también en la cuestión religiosa sucede algo similar por medio del ecumenismo en sus variados frentes nos lleva a la globalización religiosa o sea a “la Religión única y mundial”  que terminará  en englobar  a todas  las religiones y unirlas para reconocer y
adorar a un mismo dios (Cada vez toma mas predominio la idea de que tanto: Jehová, Ala, Buda, Vishnu, Brahma, etc. son el mismo dios) con la misión de someter a todos bajo un solo gobierno mundial religioso con la ayuda del falso profeta relatado en el libro del Apocalipsis (Ap. 16:13;19:20;20:10) el cual lo entregará al Anticristo profetizado (Ap. cps. 17-18), del cual el movimiento ecuménico esta ayudando a formar.  (Aparte del movimiento ecuménico también existen varias sectas bastantes esparcidas por el mundo que su principal finalidad es la unión de todos religiosos como son los llamados: “Baja´is” cuyo profeta fue el persa Baha-u-Llá -la gloria de Alá- y la denominada “Nueva Era-New Age” sin fundador conocido).
EL VERDADERO ECUMENISMO
   El apóstol Pablo escribiendo a los efesios les dice: “Solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación; Un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros(Ef. 4:3-6) En dichos textos no vemos que el escritor bíblico se refiera a una unidad estructural, jerárquica sino a una unidad espiritual nacida de las consecuencias de haber nacido de nuevo por la conversión y la fe en Jesucristo y como consecuencia tenemos y disfrutamos una relación personal directa con Dios mediante Jesucristo por la cual nos capacita a formar parte de una unidad como es la familia de Dios-la iglesia, sabiendo “que en las cosas esenciales, unidad; en las no esencial, libertad; en todas amor”.

    La unidad cristiana no viene dada por lazos humanos con una fusión tal como se la anuncia hoy día, lo cual sólo produce una confusión más ya que solo pueden unirse los objetos de la misma naturaleza. Ahora bien, entre el hombre no regenerado dígase; el no nacido de nuevo, el nominalista cristiano, etc. hay una gran diferencia con el que es hijo de Dios por consiguiente hijos de un mismo Padre celestial y siendo hermanos los unos de los otros entre los cuales la unidad es un hecho ya que somos parte de la familia de Dios, “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gál. 3.28); espiritualmente pertenecemos al Cuerpo de Cristo, el cual no puede ser dividido. “Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” (Rm. 12.5) por lo tanto, hay algo más que una diferencia con el ecumenismo que pretenden que formemos parte, hay una oposición radical. La unidad cristiana verdadera es la que nos preconiza la enseñanza bíblica o sea la unión a la vid y la de los sarmientos, que nada tiene de común con uniones ficticias que no subsisten sino por compromisos realizados a costa de la verdad.

   Los cristianos lo  que nos une no es el amor a la unidad, sino el amor a la verdad, en el Consejo Mundial de Iglesias y sus adjuntos algunos niegan la divinidad de Jesús, el infierno, la salvación por fe, aceptan a muchos intermediarios vivos o muertos para llegar a Dios, dan culto a las reliquias, menosprecian la Santa Biblia compartiéndola en autoridad con las palabras de hombres, etc. por lo que no podemos tener comunión espiritual con los que prácticamente comparten facetas características de la incredulidad y la idolatría. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulo; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y que comunión la luz con las tinieblas? (2 Co 6.14).

   Para el cristianismo bíblico el verdadero ecumenismo es aquel que se compone de todos los cristianos renacidos por el Espíritu Santo y que nos acerca a Jesucristo y a Su palabra la Biblia y en la medida que incrementemos nuestro amor y nuestra obediencia fiel hacia nuestro Salvador, más nos sentiremos cerca los unos de los otros, y así seguimos esperando el glorioso día cuando disfrutaremos de la plenitud de los tiempos del refrigerio y restauración (Hech. 3:19-21) cuando venga nuevamente Jesucristo con poder y gloria como el esposo de la Iglesia para reinar en principio mil años sobre la tierra (Ap. 20:2-3-4), entonces tendremos la unificación de la fe y la política en todos los países estaremos bajo el mismo gobierno mundial, de paz y justicia y todos adoraremos al mismo Dios ”para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua, confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filip. 2:10-11).

                                    CONCLUSIÓN
   Apreciado lector seas agnóstico o religioso, sabemos de la triste situación que esta inmersa la cristiandad, lo anteriormente dicho solo es un botón de muestra, sin embargo podemos decirte “que no todo es igual”, gracias a Dios tenemos una promesa directa del cabeza y jefe de la iglesia que nos dijo: “y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mt. 16:18), aún hay cristianos consecuentes con la sencilla fe que descansa en la doctrina y práctica apostólica de la cual compartimos y formamos parte del remanente fiel que podemos  denominar como la sucesión de la fidelidad apostólica, en su nombre te invitamos a que por tu mismo leas y estudies tu Biblia, y el Nuevo Testamento, lee con atención los evangelios y las cartas apostólicas con interés y…

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    ¿Puedo encontrar apoyo en los escritos de los evangelios y en las epístolas de los apóstoles: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Pedro, Juan, Santiago y Judas que justifiquen las enseñanzas y prácticas del jeroglífico de las doctrinas y tradiciones humanas del religionismo tanto católico-romano como el ortodoxo? ¿puedo encontrar apoyo en las cartas apostólicas para estar de acuerdo con los actuales y complicados rituales misteriosos del religionismo compuestos por esplendorosas ceremonias donde un ejercito de sacerdotes jerarquizados y con un lujo impresionante, vestidos de ropajes y sombreros en ocasiones bordados en oro y plata, en similitud a los que usaban las cortes de los reyes de la edad Media, y pretenden  adorar a Dios? ¿Puedo encontrar apoyo en las epístolas apostólicas para que los lugares de culto y en las casas estén adornados con velas y cirios que humean delante de las imágenes? ¿Puedo encontrar apoyo bíblico para el uso del agua bendita en los templos y también en las casas para bendecir la tierra, el ganado para guardarte de las malas influencias? ¿puedo encontrar apoyo en los escritos bíblicos para colocar cofres conteniendo huesos y estatuas en los templos cuando ya había mártires? ¿Puedo encontrar apoyo en el Nuevo Testamento para tener a decenas de imágenes de diferentes vírgenes en las salas de reunión y en las casas, dándoles culto/adoración diferenciada?, etc,. Seguimos preguntando: ¿Qué hay que hacer pues para conocer y seguir la fiel enseñaza de Jesucristo?
Observa y responde…
    Sin ser un erudito en las Sagradas Escrituras, ni un teólogo, ni un filosofo, cualquier persona inteligente con un poco de interés en las cosas de Dios puede leer las Sagradas Escrituras y dándole la interpretación natural y llana del lenguaje a igual que cuando hablamos entre nosotros y  entonces nos podemos dar cuenta que, lo que nos cuentan sobre las cosas de Dios tanto el catolicismo romano como la ortodoxia no son como pretenden enseñarnos actualmente, ya que distan mucho de las  fuentes originales del cristianismo ¿Qué paso hasta llegar al día de hoy? Tu mismo podrás darte cuenta y tendrás la respuesta. Te invitamos a que sigas investigando en el registro eterno y con la ayuda del Espíritu Santo te darás cuenta como eran las genuinas enseñanzas apostólicas del principio de la iglesia y a ellas debemos remitirnos y practicar. Dijo Jesucristo:“Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas” (Mt.11:28-29); “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn. 5:39). “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn. 8:32).

    ¿Qué es lo que esta motivando a que personas en la época del agnosticismo, religionismo, liberalismo-modernista y el ecumenismo no se hayan dejado convencer y absorber por dichas corrientes tan en boga en el pensamiento del siglo XXI?

  Todos tenemos un vacío existencial que necesitamos llenar para poder responder a las grandes preguntas que todo ser humano se hace ¿De donde vengo, que fin tiene mi vida y a donde voy? preguntas que solo Dios y en la persona de Jesús y por medio de su palabra la Biblia tenemos la respuesta, Dios te ama con amor eterno (Jer. 31:3), y el Señor Jesús te dice:“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10:10) es una vida plena, de comunión con Dios y acceso a todas sus bendiciones, además cuando conocemos a Dios lo amamos y ello nos motiva y nos ayuda a resistir todos los embates e influencias de los “innovadores vientos de doctrina”, de la incredulidad y de las consecuencias del religionismo, entre ellos el ecumenismo por lo que podemos exclamar junto al apóstol Pablo: “…que somos mas que vencedores por medio de Aquel que nos amó (Rom. 3:37).

    Que el Señor Jesucristo te guíe para que puedas conocerle y recibirle como tu Salvador y Señor y te ilumine para poder escoger y discernir el sencillo mensaje de las Sagradas Escrituras y separarte del complicado mundo del religionismo para que puedas llegar a ser un hijo de Dios fiel y consecuente, ya que “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu en verdad es necesario que adoren” (Jn. 4:24) o  sea  adorar y reverenciar a Dios sin ayudas de estatuas ni pomposas ceremonias, o sea sin ver, “Ninguna figura visteis” (Det. 4:15), ni necesitar nada material que motive y pueda distraerte de tener una verdadera adoración en espirítu y en verdad en sujección a las Sagradas Escrituras. (Rubén. fft.- E.T.)


                                    

                                                        

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