el ecumenismo católico-protestante,
veamos algunos
propósitos que pretenden alcanzar.
PROPÓSITOS A LLEGAR:
Llegar
a la unidad deseada por el Señor Jesús.
Para que el mundo incrédulo crea en
Jesucristo.
Es
más lo que nos une que lo que nos separa.
El
ecumenismo protestante
quiere ayudar a dar testimonio (?).
quiere ayudar a dar testimonio (?).
El
amor primero ya que la doctrina divide.
Queremos
construir puentes no murallas.
Frenar
el “robo de ovejas” entre cristianos.
Los
carismáticos son una
muletilla para el ecumenismo.
muletilla para el ecumenismo.
Para
que los separados vuelvan a casa “Roma”.
La
globalización religiosa nos llega
a través del ecumenismo.
a través del ecumenismo.
El
verdadero ecumenismo.
Conclusión.
Razonamientos que parecen lógicos por lo
que algunos pueden adoptarlos sin analizarlos.
El movimiento ecuménico nació el 14 de Junio
de 1910 cuando parte de las denominaciones protestantes-evangélicas del orbe convocaron
una Conferencia Misionera Mundial en Edimburgo con el deseo y objetivo de reunir
a las diversas iglesias afines con el propósito de buscar una mejor armonía y cooperación entre
si para llevar el evangelio a las zonas del mundo que aún no había llegado, uniendo recursos para trabajar coordinadamente
por medio de esfuerzos evangelísticos y el envío de misioneros, proyectos
educativos, la fundación de escuelas evangélicas, de universidades, de institutos
bíblicos, de editoriales, comités, etc. y así seguir cumpliendo con el mandato
del Señor Jesucristo referenciado en Mt. 28:18-20, así se hizo en la gracia del
Señor.
A consecuencias
del desarrollo de la primera Conferencia Misionera, al finalizar la segunda
guerra mundial en el año 1948, en Ámsterdam se formo el Consejo Mundial de
Iglesias que posteriormente estableció su sede en Ginebra,
compuesto mayoritariamente por cristianos protestantes de corte liberal, por
ortodoxos y adventistas, cuyos objetivos principales aparte de incrementar el
conocimiento mutuo y promocionar la unidad de todas las confesiones cristianas fue el trabajar en las “cosas de bien para
todos” como es” ir en contra del hambre en el mundo”, “poner el fin a las
guerras”, y “internacionalizar los derechos sociales”, así se instituyo lo que
sea dado en llamar el “evangelio social” el cual desplazó el espíritu
originario de ganar almas para Cristo con la predicación del evangelio.
El catolicismo
romano entra en acción.
El Vaticano
que por mucho tiempo ignoró el movimiento ecuménico de no ser así se habría
contradicho en su prerrogativa de ser la “única
iglesia verdadera y que el Papa el único representante de Cristo sobre la tierra” pero al observar que muchos cristianos se
constituían en un Ente que podía ser una potencia político-eclesiástica con una
gran influencia sobre el pensamiento cristiano parecido al de Roma, quiso tomar
protagonismo ya que vio en el movimiento ecuménico el canal para que volviesen a
Roma (?) la mitad del cristianismo que consideran “que se les fue” a lo largo
de la historia, por lo que han dado al movimiento ecuménico un nuevo matiz el
de “un ecumenismo hacia
Roma”, por lo que para conseguir este
propósito empezó suavizando ligeramente algunos términos; como el de “herejes”
por “hermanos separados” etc., pero
manteniendo sus arrogantes pretensiones de siempre, así pues el Papa
Pablo VI decreto sobre el ecumenismo lo siguiente: “la iglesia romana debía cambiar su actitud frente a las demás
denominaciones cristianas y religiones, que la ayuda universal para la
salvación, sólo podía alcanzarse en toda su plenitud a través de la iglesia
católica, aclarando y reconociendo al mismo tiempo, que había, los así
denominados, hermanos apartados, fuera del rebaño de Roma”, y el Decreto Unitatis Redintegratio, del 21 de
noviembre de 1964 que dice: “Por consiguiente, aunque creamos que las
Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de
sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo
no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación”, por lo
que en el año 1989 el Vaticano nombró un Secretariado especial que llamo “Consejo
Pontificio para la promoción de la
Unidad,” el cual formo un grupo de trabajo conjunto con el
Consejo, que debía mantener relaciones entre ambas organizaciones, siendo
observadores permanentes del Consejo Mundial de iglesias en las reuniones plenarias,
pero sin derecho a voto. Es curioso que en dicho ecumenismo de parte
católica-romana no tiene en cuenta a las iglesias que dicen ser católicas y
apostólicas pero que permanecen
separadas de la sede romana, como son: la antigua iglesia católica, la iglesia
católica apostólica brasileña, la iglesia católica de la fraternidad de Pío X, la
iglesia católica de sedevacantista, la iglesia católica apostólica liberal, la iglesia
católica palmariana, la iglesia católica libre, la iglesia católica filipina
independiente, la iglesia católica tridentina, Petite Eglise, y etc..(aunque
alguna de ellas ya forman parte del Consejo Mundial de Iglesias).
Y finalmente lo que originalmente empezó en
el año 1893 con los conflictos ocasionados entre el racionalismo y el mundo
religioso y sobre la teoría de que “Dios
es el mismo en todas las religiones y que se puede llegar a El por los diversos (Un grupo de casi todas
las religiones reunidos en Asís) caminos” tomó forma corporativa
en el año 1993, como
el Parlamento Mundial de las
Religiones, el
cual
pretende unir a
todas las religiones del mundo sobre las bases: de un
Dios (o infinitos del budismo y hinduismo)
y promulgando la tolerancia, y la paz tanto religiosa como política y la
convivencia respetuosa entre todos y trabajando para el bien social de la
humanidad, dicho organismo tienen una excelente colaboración con el Consejo
Mundial de Iglesias a través de su sección del diálogo inter-religioso. (El
Parlamento de las Religiones tuvo una Conferencia anual en Barcelona en el mes
de Julio del año 2004).
Llegar a la
unidad deseada por el Señor Jesús
La denominación
ecuménico (palabra que proviene del latín oecumenicum,
traducción a su vez del griego οἰκουμένoν, que significa mundo habitado, que en la interpretación bíblica podemos
entender como: “la unidad de los creyentes por iniciativa del Espíritu Santo”
que funda primordialmente su doctrina sobre el famoso versículo de la oración
sacerdotal del Señor Jesucristo de Juan 17:21 “PARA QUE TODOS SEAN UNO; COMO TÚ, OH PADRE, EN MI, Y YO EN TI, QUE
TAMBIEN ELLOS SEAN UNO EN NOSOTROS; PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TÚ ME ENVIASTE” cuando
el Señor Jesús pronunció las palabras “que todos sean una cosa…” (Jn. 17:21)
tendríamos que preguntarnos ¿a que clase de unidad se esta refiriendo? Los
versículos anteriores 9 y 11 nos dice “por
los que me diste; porque tuyos son” ¿Quiénes
son estos y que característica tienen? y en Jn. 17:6-8, tenemos respuestas al
decir: “y guardaron tu palabra” ( v.
6) es decir los que se han arrepentido de sus pecados y han recibido a Jesucristo
creyendo en El teniendo un conocimiento verdadero de Jesucristo, y se esmeran
en cumplir sus mandamientos “El que me
ama mi palabra guardará” (Jn. 14:23) a estos se está refiriendo el Señor a
personas que han sido separadas del mundo, es solo por ellas y en este contexto
es que el Señor Jesús intercede, no por todos en este momento, o sea, que vemos
una separación notoria con las personas que pudieran llamarse cristianas pero que
pertenecen al mundo al no amar y cumplir los requisitos anteriormente
expresados por el mismo Señor Jesucristo.
Para que el mundo incrédulo crea en Jesucristo
Ahora bien los ecumenistas como uno de los
objetivos a conseguir nos siguen citando aquellas palabras de Jesucristo:
“PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TÚ ME
ENVIASTE” (Juan 17:21) ¡Pobre mundo si dependiera su fe del testimonio ecumenista
para creer! Preguntamos: ¿Qué pueden ver los incrédulos en el ecumenismo religionista?
El cristianismo “el nominal” ha convertido
su fe como un religionismo más de los existentes o quizá peor, lamentablemente
hay muchos religiosos fueran del cristianismo que son más consecuentes con su
religión que muchos de los llamados “cristianos” se ha llegado a un punto que
muchos que se dicen y desean ser llamados cristianos reconocen que no son practicantes
y son aceptados sin problemas en los registros eclesiales, por consiguiente no son consecuentes con lo que dicen creer, mienten y de ello se dan
cuenta tanto el mundo incrédulo y sectario-religionista, como los verdaderos
cristianos siendo dicha actitud inconcebible para todos y es causa de
escándalo, por lo que es cosa normal oír regularmente:
“al fin al cabo todos son iguales”
El ecumenismo en su intento de reunir a todos
los que llevan el nombre de “cristianos” acepta a todos sean o no practicantes,
solo requiere que estén inscritos en el registro de su religión y bajo el manto
del amor sin importarles para nada la aceptación de las bases mas sencillas de
la fe cristiana que hallamos en las Sagradas Escrituras y que son necesarias
para tener un buen fundamento para tener una verdadera unidad en la verdad, ignoran
la necesidad imprescindible de ser discípulos del Maestro Divino que como a tal
expone unas enseñanzas que deben ser aceptadas por los que son sus alumnos y
una vez siendo discípulos se complementan con el amor de unos hacia los otros,
así dice Jesucristo: “En esto conocerán
todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Jn.
13:35). Para que el mundo crea primeramente es necesario seguir predicando el evangelio a
todo ser humano ya que el tal es potencia de Dios para salvación para todo aquel que
crea… en Jesucristo. (Rom. 1:16) el mundo incrédulo esta harto de políticas y del
poder religionista, de sumar cifras, y de palabras huecas sin sentido, sin
embargo quieren ver a cristianos de buen testimonio que vivan la fe con
sinceridad con autenticidad y con coherencia real con lo que dicen creer y ser
y naturalmente que tengan amor sin fingimiento en todas las facetas del
comportamiento, Preguntamos: ¿Vemos estas facetas en los que están formando
esta unión ecuménica para que sean un
medio de creer para los incrédulos?
Recordemos en tres puntos lo que es necesario para
ser un cristiano:
Creer o
convertirse a Cristo y ser CRISTIANO
significa tener un nuevo nacimiento, el del Espíritu (Jn.
3:3), ello implica: 1º. Arrepentimiento de los pecados.
Sentir pena o pesar por haber hecho una cosa que no se considera conforme a la
voluntad de Dios y que hay el firme propósito de no volverla a repetir
cambiando la forma de pensar y actuar o sea es, un cambio de mente que reconoce
las faltas cometidas con la firme convicción de no volver a caer en ellas (Mr.
1:14-15; 2ªP. 3:9).
2º. Recibir a la
persona de Jesucristo. (Jn. 1:12-13) Como Salvador y
Señor personal confiando en su sacrificio en la cruz del Calvario y que su
preciosa sangre nos limpia de todo pecado (1ªJn. 1:7). Esto es posible por la gracia de Dios
mediante la fe (Ef. 2:8-9)..
3º. Ser obediente a las enseñanzas del divino Maestro, que están registradas en la Santa Biblia y esmerándose en ponerlas en práctica como el mismo dijo: “El que me ama mi palabra guardará…” cumplirá.(Juan 14:23) ¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que yo digo? (Lucas 6:46) “No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos. (Mt. 7:21).”Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Jn. 15:14). Preguntamos. ¿Es lógico que los que no se arrepienten de nada, que no amen a Jesucristo y no respeten sus enseñanzas, en definitiva que no las tengan en cuenta? y ¿ se les pueda
considerar como cristianos? ¿Verdad que no? -No son cristianos-.
3º. Ser obediente a las enseñanzas del divino Maestro, que están registradas en la Santa Biblia y esmerándose en ponerlas en práctica como el mismo dijo: “El que me ama mi palabra guardará…” cumplirá.(Juan 14:23) ¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que yo digo? (Lucas 6:46) “No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos. (Mt. 7:21).”Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Jn. 15:14). Preguntamos. ¿Es lógico que los que no se arrepienten de nada, que no amen a Jesucristo y no respeten sus enseñanzas, en definitiva que no las tengan en cuenta? y ¿ se les pueda
considerar como cristianos? ¿Verdad que no? -No son cristianos-.
Es mucho más lo que nos une que lo que nos
separa.
Sin duda alguna en el mundo que se dice cristiano
son mayoría las enseñanzas que compartimos que las discrepancias, (la práctica
es otra cuestión) si conviniera podríamos repetir el credo Apostólico y también
el Niceno, salvo la expresión “bautismo
para perdón de los pecados” de este último, es de notar que la doctrina
sobre la persona de Jesucristo es casi la misma, sin embargo son incontables
las diferencias doctrinales que dependen
de una “y” que consiste en que: sobre
una parte bíblica y se le van añadiendo en el trascurso de los siglos gran
cantidad de doctrinas fruto de costumbres populares llamadas tradiciones que en
la mayoría de las casos son contradictorias y antagónicas con el mensaje
bíblico, especialmente por parte del catolicismo romano y en menos intensidad por
la ortodoxia ya que estos solo admiten los cambios si estos han sido realizados
por los siete primeros Concilios ecuménicos.
No podemos ignorar que posiblemente donde hay
más diferencias en el cristianismo sea en la doctrina sobre el concepto de la definición
de la Iglesia,
los criterios varían totalmente, el catolicismo-romano y en la ortodoxia tienen
pocos matices de diferencia entre ambos en este tema, debido a su aceptación de la jerarquía eclesiástica. En el catolicismo romano todos los bautizados por el ritual misterioso del
paidobautismo, e inscribiéndose en el registro católico u ortodoxo respectivo
ya son introducidos en el cristianismo y son salvos, y después cumpliendo con
el mantenimiento de los respectivos sacramentos ya son cristianos, con la
confianza puesta en sus sacerdotes, ya que únicamente ellos pueden suministrar
los sacramentos y que “doctores tiene la iglesia” depositando su fe en el “Magisterio eclesiástico infalible, el
católico” (En la ortodoxia no creen que son infalibles).
En cambio para el mundo protestante-evangélico
basándose únicamente en las Sagradas Escrituras, componen la iglesia de Dios
todos los creyentes nacidos de nuevo o sea del Espíritu, por la conversión
personal regenerados en virtud del sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo
en la cruz, no sirve para ser cristiano el seguir una tradición
protestante-evangélica, tampoco no sirve el bautismo para la salvación ya que
este no puede perdonar los pecados, por lo que “no son iglesia visible todos
los que están” sino creen y viven amando realmente a Jesucristo, una muestra de
los que decimos es que los hijos de creyentes evangélicos tienen que esperar a tener
uso de razón para creer y después ser bautizados e ingresaran en la iglesia
local. O sea que la doctrina de una iglesia jerarquizada, infalible e
intercesora como pretende la iglesia católica romana u ortodoxa, con una
iglesia protestante-evangélica plural y autónoma dependiendo de las enseñanzas
de las Sagradas Escrituras infalibles y del Espíritu Santo, y si a lo dicho
añadimos las doctrinas sobre las figuras de María y el Papa, etc. divergen
entre si de manera rotunda.
El ecumenismo protestante quiere ayudar (?)
En el mundo protestante, las
iglesias históricas nacidas y herederas directamente de la Reforma Religiosa
del siglo XVI y algunas pocas de la vertiente evangélica son de corrientes
liberales que en su forma de creer y hacer se adaptan a un ecumenismo vacío y
difuso, unos porque confunden moral y fe, y otros porque no creen en casi nada
sobre lo referido a lo sobrenatural, o sea, les da igual seguir sin ser
consecuentes con la Biblia
y así le es fácil “el creer sin creer” junto a la iglesia de Roma y las
ortodoxas, en dichas circunstancias no es una unidad sino una mezcla de
sin razones.
Se da la
circunstancia que entre los llamados “evangélicos” creer ingenuamente que el
ecumenismo sirve para dar a conocer y dar testimonio de la fe bíblica-evangélica
a los católicos y ortodoxos, es un lamentable error, ya que al reunirse para
orar, leer y comentar la Biblia
juntos, siempre se buscan temas coincidentes por no molestar a los demás que
pudieran estar en desacuerdo, o sea, no hay la libertad de comentar pasajes que
pudieran ser controvertidos, o sea que se les predicara devocionales que ya
saben y puedan decir todos amén, ya que se usa sin discernimiento la “ley de
amor” y cada uno sigue con lo suyo.
Otra anomalía es que los ecumenistas no tienen el deseo de compartir y
predicar el evangelio a todos y esto comprende también a los que proceden de una
misma tradición católico, protestante o ortodoxa, sean digamos estos “practicantes
o no”, incluso que sean de cualquier trasfondo religionista, los ecumenistas no
tienen la necesidad de predicar y enseñar que las personas son pecadoras y necesitan
nacer de nuevo o sea del Espíritu. (Jn. 3:3-8) sabiendo, que el que no nace de
arriba es condenado. No claudiquemos en la predicación del evangelio ya que
solo en Cristo hay salvación y vida eterna y para tenerla es necesario creer en
Cristo para tener el perdón de los pecados y vivir en una relación personal y
directa con Dios.
“El amor primero, ya
que la doctrina divide”
El ecumenismo religionista-protestante, sabiendo que tiene que callar por no
ofender las conciencias tiene que renunciar a lo esencial de muchas de las doctrinas
bíblicas ya que en caso contrario sería imposible tal acercamiento y unión, nos
dicen desde el mundo liberal: “los
protestantes-evangélicos se rigen mas por sus opiniones doctrinales que por su
amor fraterno” lamentable expresión que reduce las enseñanzas y doctrinas
bíblicas a meras “opiniones” entienden y por consiguiente ponen en primer lugar
el amor menospreciando la voz y voluntad de Dios revelada y registrada en la Santa Biblia. “Cualquiera
que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios: el que
persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo. Si alguno
vine a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis:
¡bienvenido! porque el que le dice
bienvenido, comunica con sus malas obras” (2ªJn. 1:9-11). Palabras que
el Espíritu Santo revelo a su siervo Juan para edificación de la iglesia en
todas las edades ¿Verdad que estos textos parecen que no estén en la Biblia ya que suelen ser
mencionados muy esporádicamente?, y en caso contrario a los hermanos que los
mencionan se les tilda de fanáticos, pero están ahí para nuestra enseñanza,
guste o no guste. Preguntamos: ¿Se persevera en la doctrina de Cristo en las
reuniones ecumenistas?
No
es posible practicar un amor sincero sin tener en cuenta la doctrina, el
apóstol Juan sigue diciéndonos: “En esto conocemos que amamos a los hijos de
Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Porque este es el
amor de Dios, que guardamos sus mandamientos; y sus mandamientos no son
penosos” (1ªJn. 5:2-3)
Se argumenta a favor del ecumenismo: “Es necesario volver a examinar, y dejar la
mente abierta en cuanto a los fundamentos de la fe, hay que dejar el pasado en
su sitio ya que errores todos los tuvimos y estamos en el siglo XXI, hay que
mirar adelante donde amor es lo importante” una clara alusión de
menosprecio a los héroes mártires de la fiel sucesión apostólica que nos
precedieron. Preguntamos: ¿Cómo hubieran reaccionado los Reformadores y
nuestros hermanos más cercanos ya con el Señor si les hubieran dicho: que el
amor era la panacea para la unidad de la iglesia por lo cual tenían que
renunciar a la sana doctrina? ¿Qué hubiera sido de la Reforma Religiosa
del siglo XVI, y los diversos movimientos de fe posteriores con tales afirmaciones?
¿Qué hubiera sido de nuestra preciosa fe dada una vez a los santos? (Judas 3). Preguntamos:
¿Hubiera llegado hasta nosotros?
“Queremos construir puentes no murallas”
Los ecumenistas
suelen decir: “Queremos construir puentes no murallas” Preguntamos: ¿que clases
de puentes se han de construir? Los cristianos naturalmente debemos construir
puentes para llevar a las personas que están separadas de Dios, que viven al
otro lado en perdición para traerlas al camino de la verdad y la salvación, y que
atravesando el puente salvador pueden llegar al otro lado con Jesucristo, dice
el Señor: “Yo soy el camino y la verdad y
la vida, nadie viene al Padre sino por mi” (Juan 14:6) Los puentes que
quiere construir el ecumenismo aunque tengan buenas intenciones nos conducen a
la confusión, liberalismo y apostasía. “Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos, mis caminos dice el Señor” (Isaías
55:8).
Las Sagradas
Escrituras menciona al menos en treinta
ocasiones sobre el construir murallas ¿para que? Para separar la verdad del
error, para que amigos y enemigos se diferenciaran (Is. 26:1-2; 62:6) los muros
no solo servían para protegerse de las invasiones de los enemigos, sino también
de las falsas filosofías con sus influencias y con todo lo que representaba en maneras
de vivir, procedentes del paganismo que no creían en el Dios de Israel, y en el
Nuevo Testamento el apóstol Pablo escribe: “Mas el hombre natural no recibe las cosas
que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender,
porque se han de examinar espiritualmente” (1ªCo. 2:14). La separación
de un cristiano renacido y uno nominal no puede ser definida por un puente con
una base de amor superficial y humanista que no discierne y que supuestamente lo cubre todo, sino por el amor de Dios íntimamente unido a la verdad.
El ecumenismo quiere pone
freno al “robo de ovejas”
Las iglesias simpatizantes con el movimiento ecuménico
entienden como hemos dicho, que todo el que lleva el nombre de cristiano lo es,
y que ya son salvos, aunque no les importe para nada Jesucristo ni su Palabra y
sus cosas y que no asistan a los servicios bíblicos, tenemos noticias que es
fuente de tensión en America Latina por las jerarquías católica romana y también
en los países de este de Europa con la iglesia ortodoxa, que debido al trabajo
evangelizador de los cristianos evangélicos que da como resultado miles de
conversiones al evangelio, lo cual consideran “un robo de ovejas” por lo que se
esta gestionando un acuerdo unitario entre el Consejo Mundial de Iglesias, con
el catolicismo romano y los ortodoxos para evitar la evangelización en estos lugares
de un mayoritario cristianismo nominal, quieren que se les tenga como
cristianos y dejemos de hablarles del evangelio de Jesucristo y “nos curemos de
la obsesión de convertir a los demás” pensamos que si lo dejamos de hacer el
Señor Jesús podría decirnos: “Os digo que si estos callarán, las piedras
clamarían” (Lu. 19:40).
Las iglesias evangélicas creemos apoyándonos
en la Palabra
de Dios que: “Ninguna institución cristiana es propietaria ni mediadora de la
obra salvadora realizada por Cristo. El cristianismo surge de una relación
vital con el Cristo bíblico que trasciende a las instituciones eclesiásticas
humanas. La Obra
de Cristo no está contenida ni puede ser monopolizada por ninguna entidad, sino
que reside en la misma persona de Cristo”, así pues la grandeza que defiende y
sustenta la fe evangélica no es una determinada confesión cristiana respecto a
otras, sino de la persona y obra de Jesús rebelada en la Biblia que esta por encima
de cualquier institución religiosa.”
Así pues, el mundo
evangélico entendemos que todas las personas que han
recibido una tradición cristiana, sea por ser nacidos en países de mas o menos
cultura llamada “cristiana” o perteneciendo a una determinada institución religiosa
sea la que sea, o en una familia cristiana, no nos sirve para nada para ser
cristianos auténticos, díganse: católicos-romanos, ortodoxos o protestantes-evangélicos,
y el movimiento ecuménico intenta servir
para que no se predique el evangelio a los que se dicen cristianos y que
realmente no lo son.
Como todos los seres humanos, incluidos los hijos
de cristianos evangélicos también necesitan que se les predique el evangelio
para poder creer conocer y amar a Jesucristo pudiendo tener una experiencia interior como consecuencia de una
elección libre y consecuente y continuar con una relación personal y
directa con Jesucristo para ser realmente cristianos. Por dicho motivo los creyentes evangélicos debemos seguir
predicando el evangelio de salvación a todos, indistintamente sin
distinción de ninguna persona, en obediencia al mandato de Jesucristo que nos
invita a: ”por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones…”(Mt. 28:19). “Por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios” (Ro. 3:23 ) ”El que no naciere (del
espíritu) otra vez, no puede ver el
reino de Dios” (Jn. 3:3).
Los carismáticos son una muletilla para el ecumenismo
El movimiento carismático comparte sus particulares criterios
sobre los dones del Espíritu Santo con el pentecostalismo, sin embargo no
constituyen otro bloque eclesial diferenciado, sino que es una corriente
espiritual que intenta introducirse en el nominalismo cristiano mundial, para
“renovación de la fe” por lo que podemos encontrarlos tanto en el catolicismo
como en el protestantismo, sin moverse de sus iglesias de origen comparten
unidad sobre lo tocante a sus “peculiaridades especiales” sobre la las demás doctrinas suelen serles secundarias
y de poca importancia o sea que cada grupo es fiel en mas o en menos a su
denominación eclesial respectiva, la divisa es bien conocida “Los dogmas
separan, el amor une”. Los ecuménicos católicos romanos dicen que “los dones
del Espíritu” les ayudan a ser mas fieles a María y el Papa y los protestantes
carismáticos alegan que son ayudados a no sujetarse tanto a la letra que mata sino
al Espíritu, por lo que es usual que se
reúnan en sus jeringonzas sin ningún problema por lo que constituyen realmente
una especial ayuda al movimiento ecuménico.
.
.
Para que los separados vuelvan a casa… “Roma”
En el mundo nominalmente llamado “cristiano” aproximadamente la mitad
son católicos romanos y la otra mitad protestantes-evangélicos y ortodoxos. El
Catolicismo romano no oculta sino todo lo contrario y nos repite cada dos por
tres con arrogancia que “la iglesia romana es la única verdadera, fuera de la
cual no hay salvación” ya en el año 1919 una delegación de
obispos episcopalianos se acercaron a diversas iglesias europeas, y al llegar a
Roma, les recibió Benedicto XV, quien les dijo que la única unidad posible se
encuentra en su vuelta a la iglesia católica, “ya que los protestantes se separaron de Roma y a Roma deben volver”.
El actual Papa Benedicto XVI siendo aún el cardenal Ratzinger dirigiendo la Congregación para la Doctrina de la Fe,
(antigua inquisición), reafirmo “que las
iglesias evangélicas no son consideradas iglesias, sino “comunidades eclesiales o domésticas” o sea
aficionados que “les falta algo para ser
completos, ya que la institución romana tiene la plenitud de todos los dones,
puesto que la iglesia de Jesucristo subsiste únicamente en la iglesia católica”
por lo que recordamos a todos que la verdadera intención del ecumenismo
católico romano es ésta, no se dan cuenta que el pueblo evangélico en su inmensa mayoría no necesita del entramado
jerárquico del catolicismo romano para sobrevivir, no nos sentimos desamparados
por el Señor y Jefe de la
Iglesia ni de su Vicario el Santo Espíritu, sino todo lo
contrario, experimentamos con humildad ser escogidos y redimidos por la sangre
preciosa de Jesucristo y formando un pueblo especial, parte de la Iglesia de Jesucristo, y siendo
el remanente que ha sabido guardar la línea de sucesión de la fidelidad bíblica
y apostólica a través de la historia de sus persecuciones.
La globalización religiosa nos llega a través
del ecumenismo.
Actualmente las sociedades del mundo nos
llevan a la globalización en todas sus facetas, cada día son mas los sistemas que
derriban sus fronteras y se unen dependiendo los unos de los otros, así lo
observamos en la unificación de monedas, en su política única, formando la
economía global, las nuevas tecnologías llegan a todos los países, las comunicaciones
internacionales son mas fluidas lo que pasa en un lugar del mundo lo sabemos
inmediatamente por medio de Internet o por los satélites, las nuevas modas se
extienden y se implantan internacionalmente como si fueran una obligación en cada
país, las industrias multinacionales están en todos lo lugares del mundo que
les pueda interesar, etc., o sea vamos a lo que se ha dado en llamar la “aldea
global”.
De la misma manera desgraciadamente
también en la cuestión religiosa sucede algo similar por medio del ecumenismo
en sus variados frentes nos lleva a la globalización religiosa o sea a “la Religión única y mundial”
que terminará en englobar a todas las religiones y unirlas para reconocer y
adorar
a un mismo dios (Cada vez toma mas predominio la idea de que tanto: Jehová,
Ala, Buda, Vishnu, Brahma, etc. son el mismo dios) con la misión de someter a
todos bajo un solo gobierno mundial religioso con la ayuda del falso profeta
relatado en el libro del Apocalipsis (Ap. 16:13;19:20;20:10) el cual lo entregará
al Anticristo profetizado (Ap. cps. 17-18), del cual el movimiento ecuménico esta ayudando a formar. (Aparte del movimiento ecuménico
también existen varias sectas bastantes esparcidas por el mundo que su principal
finalidad es la unión de todos religiosos como son los llamados: “Baja´is” cuyo profeta fue el persa Baha-u-Llá
-la gloria de Alá- y la denominada “Nueva Era-New Age”
sin fundador conocido).
EL VERDADERO
ECUMENISMO
El apóstol Pablo escribiendo a los efesios les dice:
“Solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Un cuerpo,
y un Espíritu; como sois también llamados a una misma esperanza de vuestra
vocación; Un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es
sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros” (Ef.
4:3-6) En dichos textos no vemos que el escritor bíblico se refiera a una
unidad estructural, jerárquica sino a una unidad espiritual nacida de las
consecuencias de haber nacido de nuevo por la conversión y la fe en Jesucristo
y como consecuencia tenemos y disfrutamos una relación personal directa con
Dios mediante Jesucristo por la cual nos capacita a formar parte de una unidad
como es la familia de Dios-la iglesia, sabiendo “que en las cosas esenciales, unidad; en las no esencial,
libertad; en todas amor”.
La
unidad cristiana no viene dada por lazos humanos con una fusión tal como se la anuncia hoy día, lo cual sólo produce una
confusión más ya que solo pueden unirse los objetos de la misma naturaleza. Ahora bien, entre el hombre no
regenerado dígase; el no nacido de nuevo, el nominalista cristiano, etc. hay una
gran diferencia con el que es hijo de Dios por consiguiente hijos de un mismo Padre celestial y siendo hermanos
los unos de los otros entre los cuales la unidad es un hecho ya que somos parte
de la familia de Dios, “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre;
no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gál. 3.28);
espiritualmente pertenecemos al Cuerpo de Cristo, el cual no puede ser
dividido. “Así nosotros, siendo
muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” (Rm.
12.5) por lo tanto, hay algo más que una diferencia con el
ecumenismo que pretenden que formemos parte, hay una oposición radical. La
unidad cristiana verdadera es la que nos preconiza la enseñanza bíblica o sea
la unión a la vid y la de los sarmientos, que nada tiene de común con uniones
ficticias que no subsisten sino por compromisos realizados a costa de la verdad.
Los cristianos lo que nos une no es el amor a la unidad, sino
el amor a la verdad, en el Consejo Mundial de Iglesias y sus adjuntos algunos
niegan la divinidad de Jesús, el infierno, la salvación por fe, aceptan a muchos
intermediarios vivos o muertos para llegar a Dios, dan culto a las reliquias,
menosprecian la Santa Biblia
compartiéndola en autoridad con las palabras de hombres, etc. por lo que no
podemos tener comunión espiritual con los que prácticamente comparten facetas
características de la incredulidad y la idolatría. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulo; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y que comunión la luz con
las tinieblas? (2 Co 6.14).
Para
el cristianismo bíblico el verdadero ecumenismo es aquel que se compone de todos
los cristianos renacidos por el Espíritu Santo y que nos acerca a Jesucristo y a
Su palabra la Biblia
y en la medida que incrementemos nuestro amor y nuestra obediencia fiel hacia
nuestro Salvador, más nos sentiremos cerca los unos de los otros, y así seguimos
esperando el glorioso día cuando disfrutaremos de la plenitud de los tiempos del
refrigerio y restauración (Hech. 3:19-21) cuando venga nuevamente Jesucristo con
poder y gloria como el esposo de la
Iglesia para reinar en principio mil años sobre la tierra
(Ap. 20:2-3-4), entonces tendremos la unificación de la fe y la política en todos
los países estaremos bajo el mismo gobierno mundial, de paz y justicia y todos adoraremos
al mismo Dios ”para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua, confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filip.
2:10-11).
CONCLUSIÓN
Apreciado lector seas agnóstico o religioso, sabemos de la triste situación
que esta inmersa la cristiandad, lo anteriormente dicho solo es un botón de
muestra, sin embargo podemos decirte “que no todo es igual”, gracias a Dios tenemos
una promesa directa del cabeza y jefe de la iglesia que nos dijo: “y
las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mt. 16:18), aún hay
cristianos consecuentes con la sencilla fe que descansa en la doctrina y
práctica apostólica de la cual compartimos y formamos parte del remanente fiel que
podemos denominar como la sucesión de la
fidelidad apostólica, en su nombre te invitamos a que por tu mismo leas y
estudies tu Biblia, y el Nuevo Testamento, lee con atención los evangelios y las
cartas apostólicas con interés y…
Observa y pregúntate…entre otros temas...
¿Puedo
encontrar apoyo en los escritos de los evangelios y en las epístolas de los apóstoles: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Pedro, Juan, Santiago y Judas que
justifiquen las enseñanzas y prácticas del jeroglífico de las doctrinas y tradiciones
humanas del religionismo tanto católico-romano como el ortodoxo? ¿puedo
encontrar apoyo en las cartas apostólicas para estar de acuerdo con los
actuales y complicados rituales misteriosos del religionismo compuestos por
esplendorosas ceremonias donde un ejercito de sacerdotes jerarquizados y con un
lujo impresionante, vestidos de ropajes y sombreros en ocasiones bordados en
oro y plata, en similitud a los que usaban las cortes de los reyes de la edad
Media, y pretenden adorar a Dios? ¿Puedo
encontrar apoyo en las epístolas apostólicas para que los lugares de culto y en
las casas estén adornados con velas y cirios que humean delante de las imágenes?
¿Puedo encontrar apoyo bíblico para el uso del agua bendita en los templos y también
en las casas para bendecir la tierra, el ganado para guardarte de las malas
influencias? ¿puedo encontrar apoyo en los escritos bíblicos para colocar cofres
conteniendo huesos y estatuas en los templos cuando ya había mártires? ¿Puedo
encontrar apoyo en el Nuevo Testamento para tener a decenas de imágenes de diferentes
vírgenes en las salas de reunión y en las casas, dándoles culto/adoración
diferenciada?, etc,. Seguimos preguntando: ¿Qué hay que hacer pues para conocer
y seguir la fiel enseñaza de Jesucristo?
Observa y responde…
Sin ser un erudito en las Sagradas Escrituras, ni un teólogo, ni un
filosofo, cualquier persona inteligente con un poco de interés en las cosas de
Dios puede leer las Sagradas Escrituras y dándole la interpretación natural y
llana del lenguaje a igual que cuando hablamos entre nosotros y entonces nos podemos dar cuenta que, lo que
nos cuentan sobre las cosas de Dios tanto el catolicismo romano como la
ortodoxia no son como pretenden enseñarnos actualmente, ya que distan mucho de
las fuentes originales del cristianismo
¿Qué paso hasta llegar al día de hoy? Tu mismo podrás darte cuenta y tendrás la
respuesta. Te invitamos a que sigas investigando en el registro eterno y con la
ayuda del Espíritu Santo te darás cuenta como eran las genuinas enseñanzas
apostólicas del principio de la iglesia y a ellas debemos remitirnos y practicar.
Dijo Jesucristo:“Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas”
(Mt.11:28-29); “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn.
5:39).
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn. 8:32).
¿Qué es lo que esta motivando a que personas en la época del agnosticismo,
religionismo, liberalismo-modernista y el ecumenismo no se hayan dejado
convencer y absorber por dichas corrientes tan en boga en el pensamiento del
siglo XXI?
Todos tenemos un vacío existencial que
necesitamos llenar para poder responder a las grandes preguntas que todo ser
humano se hace ¿De donde vengo, que fin tiene mi vida y a donde voy? preguntas
que solo Dios y en la persona de Jesús y por medio de su palabra la Biblia tenemos la respuesta,
Dios te ama con amor eterno (Jer. 31:3), y el Señor Jesús te dice:“Yo
he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”
(Jn. 10:10) es una vida plena, de comunión con Dios y acceso a todas sus
bendiciones, además cuando conocemos a Dios lo amamos y ello nos motiva y nos
ayuda a resistir todos los embates e influencias de los “innovadores vientos de
doctrina”, de la incredulidad y de las consecuencias del religionismo, entre
ellos el ecumenismo por lo que podemos exclamar junto al apóstol Pablo: “…que
somos mas que vencedores por medio de Aquel que nos amó (Rom. 3:37).
Que el Señor Jesucristo te guíe para que puedas conocerle y recibirle
como tu Salvador y Señor y te ilumine para poder escoger y discernir el sencillo
mensaje de las Sagradas Escrituras y separarte del complicado mundo del
religionismo para que puedas llegar a ser un hijo de Dios fiel y consecuente,
ya que “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu en verdad es
necesario que adoren” (Jn. 4:24) o sea adorar y reverenciar a Dios sin ayudas de
estatuas ni pomposas ceremonias, o sea sin ver, “Ninguna figura visteis” (Det.
4:15), ni necesitar nada material que motive y pueda distraerte de tener una
verdadera adoración en espirítu y en verdad en sujección a las Sagradas Escrituras. (Rubén. fft.- E.T.)
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